marzo 04, 2008

QUÉ EXTRAÑO DE MI PAR DE DOS.


Al cumplirse un mes desde que Vero Y Santiago se marcharon a Venezuela, lejos de mí, puedo hacer un recuento de esas cosas que no notas todos los días pero que conforman tu vida (con ellos).
Extraño de Vero:
-Su cuerpo a mi lado en el sueño. Ese complemento sin el cual la cama es un terreno inmenso que la verdad, ni provoca conquistar.
-Su risa libre cuando acierto con un chiste, con un comentario (porque cuando es malo el chiste puede ser bastante ácida).
-Sus cabellos que me hacen cosquillas en la cara.
-Nuestras conversaciones sobre el proyecto común que es nuestra vida.
-Sus labios.
-Ver televisión juntos (si no está, simplemente no prendo ese aparatejo).
-Ese momento increíble en que estamos al fin solos porque Santi se durmió.
-El lunar en su ojo (el diamante caoba) y el del tobillo.
-Que me muerda (aunque me molesta cuando está y se va a sentir con derecho cuando lea esto).
Extraño de Santi:
-Cuando se para entre mis piernas y recuesta su cabecita en mi muslo.
-Cuando le pido un abrazo de amor...y me lo da.
-Cuando Vero se lo lleva en las noches y se despide con la mano porque va a dormir.
-Su carita mojada cuando juega en la bañera.
-Su imitación de los pinguinos.
-Que me haga "ojitos".
-Verlo dormir en su cuna en la madrugada.
-VErlo dormir en cualquier momento en realidad.
-Cuando llego de la calle y me quita la gorra y se la pone él.

No sigo, porque es demasiado evidente que cuando no están, mi vida es un espacio vacío.