marzo 20, 2016

Hola: A tu marca se le ve el cheque.

En mi país, cuando es descaradamente evidente que alguien está haciendo algo con intención mercantilista, simplemente por ganar dinero, se suele decir que “se le ve el cheque”. Sobre todo cuando intenta ocultar hipócritamente su intención primaria. Y, en este caso, los avances tecnológicos no ayudan, ya que no suena igual la frase “se le ve la transferencia electrónica”. Así que, aunque los cheques están de salida en nuestra sociedad, “el cheque” de la frase se ha mantenido inalterado.
A las marcas también se les ve el cheque. Mucho, en numerosas ocasiones. Es un proceso que a veces se me parece a una adicción. Como creativo planteas un contenido, aclarando que la presencia del producto en él tiene que ser “natural”. Más porque conceptualmente el producto y el contenido tienen sintonía en lo que quieren expresar, que por abuso de la presencia directa del empaque o los atributos numerados de la marca. El cliente, que entiende perfectamente estos argumentos, te dice que sí, que claro. Pero al rato empieza a ponerse rojo, ensimismado. Hay algo que pugna por salir de sus labios aunque trata de retenerlo. Pero como dije antes, es un proceso parecido a una adicción. Tú te das cuenta de que el cliente trata honestamente de no decir lo que quiere decir, lo que inevitablemente va a decir tarde o temprano, lo que finalmente escupe con una actitud entre vergüenza y alivio: “¿y si en ese momento, solo unos segundos, sostiene la lata en la mano y la mira sonriendo? Unos segundos… Y tal vez vemos en pantalla unos bullets, rapiditos, de 3 o 4 beneficios?”... (LEER MÁS)

marzo 16, 2016

Yo no soy Matteo. Afortunadamente.


Tengo 46 años encima. De manera que tuve ocho años en 1977. Supongamos que en ese año, en el colegio, tuve un examen de Castellano y contestando una pregunta puse una palabra inexistente. Un error. Pero resulta que ese error me salió con poesía. Al menos para la inteligente profesora que tengo. Y ella duda, porque tendría que tachar esa palabra como un error, pero el error es una palabra linda, poética y no tiene la sangre fría para hacerlo. Y como ya dijimos que es inteligente, termina convirtiendo el error en una aventura. Me habla diciendo que esa palabra no existe pero que a ella le gusta mucho. Así que me propone que le escribamos a la academia de la lengua para contarles la historia y para saber si esa palabra puede sumarse al idioma, porque es realmente linda. Y lo habla con el salón completo. Así que todos están pendientes de la carta y luego de la respuesta a esa carta y en definitiva, habría tenido yo las clases de castellano más entretenidas del Universo.
Imaginemos, además, ya que estamos en esto, que la academia de la lengua nos contestara. Y no solo nos felicitara porque la palabra que inventamos está bien construida y es hermosa,... (leer más)

Internautas: ¿Ladrones o Consumidores?


Hay una discusión sobre Internet y los contenidos digitales que lleva muchos años en el tapete: El asunto de los derechos de autor y la piratería. Si escuchas a buena parte de la industria cinematográfica española, por ejemplo, hablar del tema, lloran amargamente por la piratería indiscriminada en la red. Para muchos de ellos el único problema que enfrentan no es sobre la calidad de las películas, ni de los guiones, ni de producción. Su único mal son todos los internautas, descritos como una horda zombie de ladrones descargando contenido de las redes más por el placer de robar que por el interés de acceder a los contenidos que más les interesan.
No es un problema solo de España. Es a nivel mundial. Ha habido agrias discusiones y fuertes peleas por legislaciones que criminalizan la piratería o que legalizan la persecución de quienes descargan contenido gratis protegido por derechos de autor... (Leer más)