abril 04, 2009

STAND UP COMEDY. Parte1.


Buenas noches a todos. Buenas noches… La verdad… bueno, yo les voy a decir la verdad. Es obvio que no soy mexicano, no sé si se han dado cuenta de esa vaina… el caso es que un amigo que trabaja conmigo me dijo que viniera para acá y hablara. Así, que hablara. Me aseguró que el sólo acento los iba a matar de risa y ya. Y me pareció una excelente forma de ganar una lana… venir aquí, hablar un par de pendejadas y cobrar. Easy, dirían los gringos. Y les aviso de una vez que no me van a poder sabotear con albures y vainas de esas porque no los entiendo, por lo que me importa un coño lo que digan. Si no lo entiendo no me afecta. Y esa es una de las cosas más interesantes que he vivido desde que me vine. Todo el mundo de diferencias en nuestro lenguaje cuando hablamos el mismo español, en teoría. Yo llegué a México el fin de semana de las elecciones. ¡Llegué con el cambio! No sé qué corriente política tenga ninguno de ustedes pero para mí sí hubo cambio. ¡Coño! Cambio de horario, de moneda, de dieta (toda vaina enchila). CAM-BIO. El de la moneda fue un peo (traducción: PEDO. En Venezuela hemos notado que la sonoridad de muchas palabras se ve afectada si se usan todas las letras que tiene. Un pedo, el pedo salvaje, el natural, así como uno lo oye y huele en la vida real (y me perdonan) suena mucho más como un peeeeeoooo, que como el elegante y moduladito pe-do. ¿O no?)
CONTINUARÁ...

A LO LEJOS


Hoy, revisando archivos en la computadora, encontré un texto que escribí un tiempo después de los sucesos del 11 de abril del 2002. El archivo dice que es de agosto del 2002. Pero no sé si es la fecha real en que lo escribí. Como justo ayer dictaron sentencia a jefes policiales que defendieron la marcha, creo que puede tener pertinencia. Yo no estaba en Venezuela esos días, ya me había marchado a México, pero tengo casi todos mis afectos allá... y tenía Direct TV en ese momento. Creo que la indignación sigue siendo la misma.

A los lejos.

Al principio no escuchaba nada. En mi apartamento alquilado de Ciudad de México, a tantos kilómetros, en absoluto silencio, sólo podía colaborar físicamente con el dolor de espalda de estar casi tres días, todo-el-día, sentado frente a la computadora con EUD.com en la pantalla, actualizando cada quince minutos. El malestar de ver tanto abuso junto, tanta sordera, aunque de lejos. La tristeza de ver a un hombre que tuvo todas las oportunidades de salir en la parte de “los héroes” de los libros de historia tirada a la basura sólo por prepotente, por creerse dueño de la verdad. Por anacrónico e ignorante.
Pero faltaba lo peor.

No me fui por Chavez. Tampoco voté por él. Ya estaba él insultando desde Miraflores cuando me ofrecieron trabajo en tierra azteca. Buen trabajo... y nos fuimos mi esposa y yo. Nunca huyendo, pero pensando en el fondo del alma que probablemente era lo mejor. Un pensamiento en el fondo del corazón.

Y con dos años aquí uno va haciendo su vida. Me faltaba el Avila en el horizonte gris-contaminado del DF. Algunos amigos, el azul del cielo, la familia, pero poco más. En largas conversaciones con mi esposa le preguntaba (en realidad la pregunta era para mí) si no era yo algúna especie horrenda de insensible que no extrañaba a su patria como debe ser. La respuesta iba a llegar cruda por televisión.

Después de la cancelación de las señales de televisión en Venezuela y gracias a que tengo Directv, pude ver por Venevisión continental lo que sucedía. Arruga en el alma. La necesidad de aferrarme a mi esposa, ambos en el filo de la cama, al ver compatriotas cobardes, escondiéndose de la vista de la manifestación pacífica. Emboscada desde lo alto. Franelas del MVR y pistolas automáticas. Sin distingo, con saña, haciendo fila para vaciar el arma hacia la Baralt. Riendo... ¡RIENDO!

En esos minutos supe que la patria sí estaba en mi alma, pero lo descubrí porque dolía. Quise estar ahí aunque me llegaran las balas. Sentí lo peligroso de las palabras que habían enfrentado a hermanos como nunca. Palabras populistas, mierda destilando por la boca como si la simple clase media hubiese metido a los humildes en los barrios, como si no les costara cada vez más, gracias a sus políticas, preservar lo que habían ganado sudando, desde abajo, como lo puede hacer cualquiera si se tienen condiciones culturales y económicas en el país para ello. Mi padre llegó al país hace 40 años. Nos pagó educación a tres, tiene carro, casa propia y mediano bienestar. Pero llegó a Venezuela lleno de miedo y de 14 años, sin nada, salvo esperanza. Empezó pasando coleto en un piso de oficinas, a mucha honra. Nadie le ha regalado las cosas, Sr Chávez. Mi padre,lo que ha logrado, lo sudó. Sus hijos nos preparamos para avanzar. NO SOMOS OLIGARCAS y deseamos que se vaya del gobierno. SOMOS PUEBLO y lo maldigo por poner a hermano contra hermano. Puede usted decir lo que quiera, maquillar las cosas como le venga en gana, pero la manifestación del jueves 11 es pueblo que a usted ya no le cree. No hay suficientes oligarcas en Venezuela para llenar un teatro, Coronel. No hay suficientes ricos en Venezuela para llenar un kilómetro y medio de vialidades caraqueñas pidiendo su renuncia. Esa gente era pueblo cansado de palabrería. Es pueblo que no olvida que usted armó asesinos y se los soltó cuando caminaban cantando el Himno Nacional que también tienen derecho a cantar. Pueblo que sabe que usted usa el nombre de Bolívar tan asquerosamente como Lusinchi usaba el “milagro agrícola”.

Yo estoy lejos, lamentablemente. No pude ser parte de esa marcha maravillosa que usted acribilló. Ahora sé cuanto me duele Venezuela, es lo único que tengo que agradecerle.
El ejército puede reinstalarlo en el poder todas las veces que quiera, Teniente Coronel. El asesino Bernal puede cuidarle las espaldas todas las noches. Pero el alma no se recupera. Aunque pida perdón.

Ese pueblo que no cabía en las autopistas, ese que marcha cantando sin saquear, ese que usted acribilló sigue estando ahí, en Venezuela. SON el país tanto como el que no marchó, tanto como el que celebraba el 13 en Miraflores. Sabe firmar consultas para referendos revocatorios, vota y no va a olvidar la sangre derramada el 11 de abril. Ese pueblo no va a olvidar que esa sangre la tiene usted en el rostro y en las manos.Esa sangre también es nuestra aunque estemos vivos. Usted lo sabe. Yo lo sé. Aunque a lo lejos.

Carta de la esposa de Simonóvis:


Para los que no sean venezolanos y no estén enterados, ayer, en un acto absurdo de violencia política rastrera, fueron condenados a 30 años de prisión los jefes de policía que el 11 de Abril del 2002 defendieron a un millón de opositores de los pistoleros del gobierno chavistas, grabados en video disparando cobardemente a los manifestantes pacíficos que marchaban a Miraflores. Pero como la historia la escriben los vencedores... ellos están pagando. No me voy a extender en los antecedentes, pero Aquí pueden leerlo. El caso es que cedo este espacio para publicar la carta que escribió la esposa de uno de los condenados para que sea divulgada. Acompañamos a todos los presos y perseguidos políticos del miserable régimen que secuestró nuestro país y haremos lo posible por recuperar el destino de la patria.

Sobre la injusticia de ayer.

Gracias a ustedes, los medios de comunicación, especialmente a los medios de Aragua, Carmen Elisa, Pochi, Daniel, Karen, Kristian, Arnaldo, Roty, Loly, y al resto cuyos nombres se me escapan en este momento. La jornada fue durisima, pero ustedes la hicieron soportable. Hicieron q nos sintieramos en casa.
Gracias a mis maravillosos abogados. No hay palabras de agradecimiento para con ellos, comenzando por Carlos Bastidas, a quien extrañados desde su partida, al Profesor José Luis Tamayo, al Dr. Igor Hernandez y a mi amiga Theresly, ellos dieron el todo por el todo a pesar q desde el principio lucia como una causa perdida. Nos llenaron de esperanza a pesar de las negativas sistemáticas a todas nuestras peticiones, y lo siguen haciendo. Ellos no se rinden, tampoco nosotros. Dormimos menos de lo necesario estas ultimas 2 semana, trabajamos en equipo, sin descanso, soportando estoicamente insultos, amenazas, gritos, descalificaciones, para ejercer una defensa impecable; llego un momento en que pensamos q lo lograríamos, pero no fue así, por ahora. Ya están preparando nuestra apelación a pesar de saber q la perderemos pero q es necesaria para seguir en esta cruzada.
Gracias a Federico Andres, Virginia Elena y Andrea por estar allí durmiendo tan solo 1 hora en el piso y acompañarnos comiendo solo Doritos y chocolate, por esperar junto a nosotros, por enviar mensajes desesperados en FB a ver si despertaban conciencias y venia gente de Caracas a acompañarnos, pero sobre todo, por darnos esperanzas porque de verdad creen q existe un futuro mejor, sobre todo para mis hijos.
Gracias a mi familia, a mi super mamá, porque se q quería estar conmigo acompañándome, defendiendome de los q me insultaban llamando asesina, golpista, cobarde, pero se quedo cuidando a mis hijos para que ellos estuvieran tranquilos porque sabe q eso era lo mas importante para mi, para Ivan. Gracias a mis hermanas por encargarse también de consentir a Ivana y a Ivancito, por asumir por mi el duro momento en q se enteraron de la decisión, a mis sobrinos por sus mensajitos de texto solidarios, a mis tíos y a mis amigos q desde Caracas, nos colmaron de bendiciones y energía positiva.
Gracias a los familiares del resto de los acusados, sufrimos cada sentencia como si fuera la nuestra, sufrimos con cada lágrima derramada, nos alegramos por Zapata y Nazoa que consiguieron su libertad. Nos convertimos, sin buscarlo, en una familia q estará unida por este azar, por siempre en esta causa común.
Gracias a Delsa quien no pudo acompañarnos por estar haciendo todo lo necesario para q a Manuel Rosales no lo encarcelen. Gracias a Carlitos Vecchio, por acompañarnos en las audiencias, a Leopoldo y a Henrique por declarar a nuestro favor como testigos, a Ismael Garcia porque fue el único político que pago plantón bajo el calor de Maracay para acompañarnos este viernes negro.
Por supuesto q unas gracias especialisimas y llenas de afecto incalculable para Alberto Federico y para Lichi. Sin ustedes, esto no habria sido posible de aguantar...
Pero debo confesarles que sentimos muy de cerca la ausencia de gente q debio estar alli, a nuestro lado y no lo hizo y en ese sentido suscribo el email de Federico Black q les anexo.
Por ultimo te doy las gracias a ti Ivan, por resistir dignamente, en el banquillo de los acusados, mientras la juez nos condenaba sin poder levantar la mirada, a 30 años. Condenando nuestro futuro como familia, robandose las esperanzas de salir de este infierno q estamos viviendo. Pero tu No flaqueaste ni un solo segundo, no temblaste, ni te quebraste, solo me pediste que cuidara de nuestros hijos, que los convierta en venezolanos de bien, que crezcan sin resentimientos. Y por eso estare siempre a tu lado, queriéndote, admirándote, respetándote, confiando que en algun momento tendremos un futuro mejor, no solo para nuestros hijos, sino para toda Venezuela...
Y como dice el papa de Virginia Zamora: ""vivir es aprender a desvivirse por la justicia humana" coraje que en este mundo solo llegan a su meta los justos y constantes, la adversidad solo nos debe servir para ratificarnos a nosotros mismos que vale la pena continuar en la lucha por las causas justas y verdaderas y que sirvan para que nos igualen a todos en la sabiduría y en el empeño de ser cada día más y mejores seres humanos".

Bony Pertíñez de Simonovis.